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jueves, 8 de agosto de 2013

Es una buena persona...



Es una buena persona... No, así no se empieza una historia.

La nuestra empezó con un "bueno, bueno, bueno".

Salimos del tren y nos fuimos directamente a tomar copas un día de diario a las 4 de la tarde; todo esto porque éramos estudiantes y en ese momento comenzaba nuestra "vida universitaria".
Al cabo del tiempo comenzamos a viajar y recorrimos lo que nos pudimos permitir. Hemos tenido viajes de aventura, viajes de chimeneas con vinos y muñecas, viajes donde solo fuimos "que pa comer", viajes donde los cubatas nos los regalaba un bajito mexicano y viajes que no hemos tenido pero que hemos soñados.

Tenemos expectativas de futuro, hablamos en los trenes sobre cómo seremos pero sin pensar lo que somos. Hablamos de trabajo, de estudio, de amor, de familias y de hermanas, sobretodo negras.

Nos encanta la política, discutimos y re-discutimos sobre la actualidad, sobre el dinero y sobre la sociedad.

Queremos que el uno conozca la vida del otro, conocemos a nuestros amigos y a nuestros enemigos.

Hablamos de Australia y hablamos de Patagonia, todo junto y sin ser nosotros nada de eso. Aunque he de decir que no solo hablamos, también actuamos y muy bien.

Hoy pongo en conocimiento de este libro sin papel que ella es una de las 5 que tengo en mi mano, y que aunque quiera más nunca en mi vida podré amputar.

Brillante, cariñosa, generosa y humilde. Simpática, terca, valiente y sensible. Trabajadora, amigable, prudente y modesta. Cañera, humana y protectora. Roja, alta y rubia.... esa es mi mujer.

Gracias por cruzarte en mi carrera al infinito.


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